Podría decirse que el más intimidante físicamente de los
Shihan, Nagato Sensei tiene posiblemente la experiencia más luchadora de los
Shihan japoneses, como ex maestro de Judo y Campeón de Kickboxing. Sin embargo,
él diría que su entrenamiento anterior simplemente le dio malos hábitos que
tuvo que desaprender. También tiene un muy buen sentido del humor, y a menudo
se deslizará en un comentario humorístico aquí y allá. Si bien toma la
capacitación en serio y espera que los estudiantes se muevan correctamente,
también tiene una manera muy agradable.
El movimiento de Nagato Sensei es notable porque se enfoca
en cómo ingresar una técnica de manera segura. Al iniciar una técnica, puede
cubrir casi cualquier ataque secundario, casi como si estuviera constantemente
colocando una trampa y esperando a ver si el oponente toma el anzuelo. Muchos
de sus movimientos utilizan la distancia para extraer el ataque, lo que altera
el equilibrio del oponente, lo que ayuda en este método. Esto a menudo se
caracteriza por su método de recibir como si estuvieras atrapando una pelota:
"si puedes atrapar una pelota de béisbol, puedes atrapar un golpe".
Soke también hace esto en sus técnicas también; en cualquier
técnica, ya se ha preparado para un ataque posterior y puede moverse libremente
dentro del espacio de forma segura. Curiosamente, tanto Soke como Nagato Sensei
tienen antecedentes de artes marciales algo similares antes de estudiar Ninpo.
Una experiencia: cuando tomas una clase, hay un cierto honor
en ser el uke (el compañero) para el profesor, es un privilegio. También es una
rara oportunidad de experimentar lo que realmente es cuando alguien de un
calibre tan alto realiza una técnica en ti. Exige tu enfoque y atención. Tuve
esa oportunidad con Nagato Sensei.
Es difícil explicar cómo se sintió; era casi como estar en
una jaula con un león. Fue realmente intimidante. Me sorprendió lo amable que
era cuando aplicaba técnicas, y me sorprendió lo rápido que podía infligir
dolor con facilidad. Después de que demostró una técnica, no pude recordar lo
que hizo y volvería con mi compañero de entrenamiento y me decía "está
bien lo que acaba de pasar". Mi cerebro estaba en modo de supervivencia en
ese punto.
Por diversión, luego me usó para demostrar la forma correcta
de golpear un mentón; seguía diciendo "no así, pero así", dándome un
puñetazo mientras mis brazos estaban envueltos. No fue difícil como si me
estuviera lastimando o tratando de noquearme, solo estaba probándome un poco y
divirtiéndome un poco. Luego, nos tomamos una foto y compartimos una carcajada
cuando pregunté si podía llevarme una "divertida". Sin embargo, le
prometí que no lo mostraría públicamente. Y una cosa es segura: cuando haces
una promesa a Nagato Sensei, la mantienes.
ENTREVISTA
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ENTREVISTA
“Vive tu vida y ama la paz.” Ninjutsu es lo mismo que
Bujutsu. Una vez entrenes Ninjutsu, el Bujutsu florecerá. Bu y Nin son dos
caras de la misma moneda.
Bujinkan Dojo DaiShihan, Moko Toshiaki Nagato (67 años de
edad)
Hay unas 30 personas no japonesas entrenando duramente en el
Bujinkan Dôjô cerca de la estación de Atago en Noda, prefectura de Chiba en la
tarde del 15 de julio. También hay una mujer, de Suecia. Cuando más gente hay,
vienen unos 200 a entrenar.
El Shihan de hoy es el Sr. Toshiaki Nagato, único japonés
del Dôjô. Nació en Gifu, y fue educado en Ryouzu, Ebisu y ahora está viviendo
en el pueblo de Ranzan en la prefectura de Saitama. Su padre es de los Nagato
de Iwayaguchi. Es una persona fuerte, entró en el Club de Judo del instituto de
Sado, nos habla de su vida, en la que fue desde el Judo hacia el
Bujutsu/Ninjutsu. Fuimos compañeros de clase.
+. Cuando los chicos del club de Judo caminaban juntos hacia
mí, yo siempre daba un paso atrás, porque parecían muy fuertes. En esos días yo
pasaba bastante de las mujeres, pero ellas tampoco se acercaban demasiado a mí.
(Risas) Yo quería unirme a la banda de instrumentos de viento deI instituto,
pero el profesor me dijo que me uniera al club de Judo, dado mi tamaño. Así que
me uní al club de Judo de mala gana.
– Llegaste a ser jefe del club de Judo de la universidad de
Senshu y te fue bastante bien en él. Te fuiste para América en 1970, al poco
tiempo de graduarnos en la universidad. ¿Por qué?
+ No quería estar en Japón. Sólo deseaba ir a América, ya
que pensaba que allí habría algo digno de ver. Enseñé Judo en el club de Judo
Ore Aida en el estado de Oregon durante 4 años. Estábamos en medio de la guerra
de Vietnam. Conocer a los veteranos de Vietnam cambió mi vida. Fuerza
especiales del ejército, Boinas Verdes, Michael, un agente especial, y Charles
empezaron como alumnos para luego ser mis amigos.
Eran oficiales profesionales del ejército con amplia
experiencia en situaciones reales de guerra. Había mucho que aprender de ellos
sobre el conflicto más allá de simple Judo. ¿Por qué simplemente Judo? Hasta
entonces, pensaba que era el mejor. Me asusté y mi confianza se tambaleó. Un
día Michael me dijo ‘Toshi, tenéis Ninjutsu en Japón. Tienes el deber de
aprenderlo.’ Esta frase quedó grabada en mi mente, y por esa razón, en 1975
volví a Japón. Los dos compañeros fueron enviados a Nicaragua en Sudamérica más
tarde, y organizaron un grupo de fuerzas especiales para el gobierno. Aunque
querían reclutarme, no quise ir, ya que percibía peligro. Estas dos personas
murieron 1978 durante la revolución nicaragüense.
– Fue entonces cuando empezaste a entrenar Bujutsu?
+ Hice un pequeño paréntesis y asistí a un gimnasio de
kick-boxing durante un año y medio, ya que sentí la necesidad de aprender a
pegar y patear, conceptos que el Judo no incluía. Gané el título nacional New
King de los pesos medios en 1976. Salió en TV y el crítico, Sr. Daikichi
Terauchi, comentaba que había aparecido una nueva estrella.
Me pidieron que me quedara en el mundo del kick-boxing, pero
sentía que no era lo que quería.
Fui a conocer al Sr. Masaaki Hatsumi heredero número 34 del
Togakushi Ninjutsu cuando tenía 29 años. El maestro me habló de varias cosas y
al final me preguntó: ‘Si te pidiera morir, ¿serías capaz?’
Me quedé pensativo. Luego de un rato, callados, me dijo
“Únete al entrenamiento de hoy”. Me uní esa noche y me hice su alumno. Durante
38 años no pude responder a esa pregunta, pero, con el tiempo me di cuenta que
lo que quería decir es “Entrena al máximo, sin cortapisas”. Me desesperé los
primeros 10 años. Apuntaba todas las técnicas según las iba aprendiendo. El
presidente de mi compañía se enfurecía conmigo ya que me iba a Noda a entrenar
dos veces por semana, negándome a hacer horas extra. Como era difícil
equilibrar entrenamiento y trabajo, aprendí osteopatía mientras trabajaba y
entrenaba, y monté mi propio negocio para poder seguir entrenando.
– ¿Cuál es el aspecto del Bujutsu que más te atrae?
+ Quizás es su cualidad intemporal. Bujutsu es aquello que
se consigue cuando las personas han tenido que llevar al máximo su talento y
conocimiento para luchar por sus vidas. No es algo en lo que compites para
ganar o perder como en los deportes. O la idea de que cualquier cosa pueda
convertirse en un arma. Por ejemplo, una taza de agua caliente y unos palillos
podrían ser armas.
También es importante que seas capaz de sentir cambios en tu
entorno y signos de la gente que te rodea. No tienes que pensar en esas cosas
durante la práctica de un deporte. Para empezar, no es fácil quitarte las
costumbres que te da el deporte, de modo que sólo dependes de tu fuerza y
velocidad. Empecé a notar cambios después de entrenar los primeros 10 años con
mi maestro mientras viajábamos. Me relajé, y mi cuerpo se movía con mayor
libertad.
No me obsesiono con nada, ni me vuelvo un descerebrado.
Camino una hora o más cada día, tomo comida saludable, preocupándome por mi
salud. Respeto la vida en general. Valoro los beneficios de vivir
discretamente.
Y hablando de los Ninja, me viene a la mente Sarutobi Sauke.
Un Bushi que, después de ser derrotado en la guerra, huyó y se escondió,
comprometiéndose a restablecer la hegemonía de su señor, sin parar de entrenar
artes marciales mientras tanto. Ése es el origen de los Ninja. Ieyasu Tokugawa
era una persona paciente, que buscó la paz entre los clanes y gobernó un país
unido. Yo no le llamaría Ninja, pero le consideraría extremadamente hábil en
Ninjutsu, de alguna manera. También tenemos el Confucianismo, que llegó al
Japón, dando origen al Bushido, a través de los valores de una sociedad
ordenada.
Aunque huir del enemigo y mostrarle la espalda se considera
cobardía y algo vergonzoso, el bushi de la época medieval, que valoraba el
honor y la dignidad, huía sin pensárselo cuando se sentía en verdadero peligro.
Sólo tenemos una vida.
Tenemos muchos estudiantes de países occidentales, y se
puede oír hablar inglés en el Dôjô. Los japoneses, que viven en el país más
seguro y pacífico piensan que son gente extraña. Y estas personas seguramente
piensen también que los propios japoneses son gente extraña.
Gente de muchas culturas venidas de todo el mundo se reúnen
en el Dôjô. Aceptan las diferencias de cada uno a través del entrenamiento. El
carácter pacífico de las artes marciales llama la atención de los extranjeros.
Existen artes marciales por todo el mundo. La revolución
industrial llegó a Europa en el siglo XVIII. Se inventaron armas de tremendo
poder destructivo y la era de los espadachines acabó. En Japón, las armas
fueron introducidas en la isla de Tanegashima y se propagaron en un santiamén.
La estrategia y técnicas de lucha convencionales cambiaron, y el periodo
pacífico de 260 años fue progresivamente sustituido por la política de
aislamiento, causando que muchas artes marciales cayeran en la sistematización
proveniente de la nueva filosofía política y social.
Lleva mucho tiempo entrenar un sólo arte marcial. Bujinkan
tiene nueve escuelas y tres de ellas son de Ninjutsu. No llegaré a alcanzar la
sabiduría que acumularon los antiguos maestros aunque dedicara toda mi vida.
Todo esto no tiene fin. Como me enseñaron, entreno y transmito los
conocimientos libres de interferencias y opiniones respetando su esencia.
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